En eses días
hemos participado de la Minga Ecuménica organizada por el Centro Martin Luther
King de Cuba con organizaciones, socias y socios de toda América Latina y el
Caribe.
Siguiendo la invitación
de remar en comunidad nos encontramos, celebramos, conversamos, discutimos,
planeamos. Hablamos sobre la actual coyuntura, evaluamos logros y errores del
pasado, soñamos futuros mejores para nuestras gentes, nuestros países y nuestra
región. Venimos con nuestras propias barcas con las experiencias, las
herramientas y los proyectos que vivimos en nuestros lugares de vida, trabajo y
lucha con apertura para navegar juntas por eses días y, al volver a nuestros
contextos, mantenernos en las corrientes y conexiones que nos unen.
Desde la
perspectiva de género y diversidades nos dimos cuenta que muchas, muches y
muchos tuvimos que dejar para tras el Cristianismo y los espacios religiosos en
los que no cabíamos y no queríamos encajarnos e inventar nuevas formas de ser y
vivir, incluyendo nuestra fe y espiritualidades.
Las iglesias,
organizaciones y el movimiento ecuménico nos han silenciado, invisibilizado y
borrado de sus prácticas y de su historia y creamos nuestras propias
trayectorias.
La educación
popular nos ha fallado porque el marco del diálogo propuesto no incluía la
posibilidad de decir nuestras palabras y nuestros mundos.
La teología de la
liberación nos ha fallado aun cuando reconoció nuestros rostros pero no fue
capaz de transformarse a partir de las experiencias de nuestros cuerpos.
La lectura
popular de la biblia nos ha fallado por no considerar nuestras vidas como
textos sagrados que inspiran las lecturas hechas en comunidad.
El movimiento ecuménico
nos ha fallado al sacrificar nuestros cuerpos y nuestros derechos muchas veces
en nombre de una unidad, una armonía y un proyecto que exigían que esperásemos.
Así que, se vamos
a seguir remando juntas, será necesario que aprendan a:
- DECIR NUESTROS
NOMBRES (elegidos, inventados y asumidos): mujeres, personas LGBTQIAPNB+,
negras, indígenas, campesinas...
- RESPETAR
NUESTOS DERECHOS: sexuales, reproductivos, étnico-raciales, aborto, interrupción
de embarazo, autodefinición...
- INCORPORAR
NUESTRAS ESPIRITUALIDADES: múltiples, misturadas, erotizadas, con otros textos
sagrados, símbolos y ritos.
Perspectivas como
la interseccionalidad, decolonialidad, diversidad, complejidad no son solo
conceptos y teorías, pero practicas activas en nuestros grupos y comunidades
que fueron donde nascieron - y no en la cabeza de algunos intelectuales extractivistas.
Queremos remar
juntas en un movimiento colectivo por justicia, pero sin tener que seguir
ritmos y destinos únicos o definidos sin nuestro consentimiento, especialmente
cuando dicen respecto a nuestras vidas, sin tener que llegar al mismo lugar o
de la misma manera. Reclamamos el derecho a la autodeterminación por el cual
hemos luchado y seguimos luchando y queremos que se sumen a nuestras luchas y
caminos. ¡Nada menos que un ecumenismo anticapitalista, antirracista y antipatriarcal!
Comentários
Postar um comentário